Capítulo 11


Perdido

Un dolor intenso fue lo primero que sintió Jack. Al abrir los ojos, el brillo de la luz era tal que tuvo que cerrarlos de nuevo. Todo era blanco y se encontraba desorientado.
-"¿A-Ascua…?" Preguntó Jack en su cabeza, tratando de saber dónde estaba su amigo.
No escuchó nada. No sentía tampoco la presencia cálida de su amigo. Estaba solo y lo único que alcanzaba a ver era una ladera cubierta de nieve, y una enorme cascada cuyo origen no era capaz de ver.
No recordaba bien lo que había pasado y su cabeza palpitaba como si fuese a explotar en cualquier momento. Jack se sentó sobre la nieve bajo un árbol cercano a donde había despertado. Comenzó a comprobar su cabeza y el resto del cuerpo buscando lesiones. A pesar del gran dolor de cabeza no encontró ninguna herida. Aquello alegró a Jack en cierta medida.
Comenzó a recordar y a hacer memoria de lo último que había sucedido. Aquel hombre misterioso había salido de la nada, llevándose a Felurian con él y probablemente responsable también de que Jack cayese inconsciente. Seguramente, fuese el mismo hombre que Ascua vio.
Lo que no entendía era la desaparición de Ascua, el lugar en el que se encontraba y aquella última frase que dijo el hombre. ¿Cómo podía saber él a dónde se dirigían?
Jack estaba solo en aquella montaña y por la posición del sol, era más tarde de medio día. Tras aquel pequeño momento de reflexión, el chico decidió que tenía que hacer algo.
-"Bueno, Ascua no sé dónde está, pero sospecho que Felurian ha sido secuestrada por aquel hombre, que estará en la Ciudad de los Magos. Es la única opción que se me ocurre y que puede tener algo de sentido. Pero primero, tengo que conseguir algo de comida y descansar un poco." Habló Jack en voz alta, probablemente para no sentirse solo.
Jack trató de levantarse y tras un primer mareo, consiguió recuperar el equilibrio apoyándose en el árbol. Tras un momento para coger fuerzas, comenzó a caminar. Hacía mucho frío así que Jack pensó en conjurar un hechizo de calor, pero se dio cuenta que Ascua no estaba. Estaba completamente solo.
-"¿De qué sirvo yo solo sin Ascua? Soy débil e inservible sin su poder…" Se preguntó Jack con tristeza.
¿Cómo iba a poder cazar Jack sin sus poderes? No tenía ni idea de caza, él era pescador antes que mago, pero no sabía nada de caza y tampoco tenía ningún tipo de arma. Durante toda esta aventura siempre había confiado en sus poderes y ahora que no los tiene, se siente inútil.
A pesar de la tristeza por la comprensión de su propia debilidad, el dolor de cabeza, el frío y la preocupación por sus dos amigos. Jack decidió continuar caminando. Rompió una de las ramas del árbol para usarla como muleta y así ayudarse de ella para poder mantener mejor el equilibrio.
Mientras Jack caminaba solo por aquella montaña cubierta de nieve, nada parecía tener sentido. Hace no tanto Jack tenía una vida sencilla y feliz, como pescador. Ahora se encontraba caminando solo por una montaña en una isla que no conocía, persiguiendo un mago que quiere acabar con él, y dirigiéndose a la Ciudad de los Magos, en la que probablemente se enfrentaría con aquel misterioso hombre, que era claramente más poderoso que Jack. Nada tenía sentido y aun así Jack decidió seguir caminando ladera abajo, esperando que al final de la ladera, encontrase algún tipo de poblado en el que poder resguardarse de aquel frío.
Tras lo que fueron unas horas de caminar, que a Jack le parecieron días, debido al esfuerzo, el frío y el dolor de cabeza. Jack comenzó en la lejanía a divisar el final de la ladera y un pequeño poblado al final.
-"¡Abajo hay algo!" Gritó Jack, acelerando el paso por la emoción de librarse aquel frío.
De repente Jack tropezó con algo y cayó al suelo, rodando por la ladera hasta detenerse al chocar contra un árbol.
Antes de perder el conocimiento (otra vez) el chico vio la cara de un hombre que no pudo descifrar.
-"No sabes a qué te enfrentas chico, ríndete antes de que sea demasiado tarde." Dijo aquel hombre.



La ciudad de los magos

Cuando Jack abrió los ojos, tardó un buen rato en ser capaz de comprender y recordar lo que había pasado.
Recordaba haber visto un pequeño pueblo o asentamiento al final de la ladera. Posteriormente, había tropezado y caído junto a un árbol y ahora ahí se encontraba. No era capaz de decir si era la misma montaña u otra diferente. Jack empezaba a estar cansado, no físicamente sino mentalmente. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que despertó cuando Felurian fue raptada hasta ahora. No sabía si estaba en el mismo lugar, la misma montaña o incluso una isla totalmente diferente.
-"Solo quiero llegar a la Ciudad de los Magos y averiguar dónde están Felurian y Ascua… Tengo que ayudarles…" Dijo Jack en voz alta para tratar de animarse a sí mismo. Intentando darle un sentido a todo aquel sinsentido.
El chico se puso de pie y comprobó que ciertamente se encontraba mejor y menos mareado que antes. Echó un vistazo rápido a su alrededor y vio lo que le pareció el mismo poblado que había divisado anteriormente, pero desde otra dirección, totalmente opuesta.
-"¿Es posible que alguien o algo me haya trasladado mientras estaba inconsciente? Juraría que el poblado estaba al este y ahora está al oeste, la única explicación lógica es que yo haya cambiado de posición, pero ¿cómo? Si estaba inconsciente." Se preguntó Jack en voz alta, tratando de ordenar sus ideas y buscar una lógica.
Jack trató de reflexionar sobre aquella idea mientras se dirigía al poblado que se veía al oeste. Era curioso ya que cuanto más se acercaba más detalles apreciaba. Comenzó a ver una extraña formación, semicircular formada por lo que parecían uno menhires enormes. Aquella estructura no tenía pinta de tener ninguna utilidad más allá de la decoración o como zona de rituales, ya que no tenía pinta que allí pudiese vivir nadie.
Tras varias horas de caminar en dirección al poblado, Jack por fin llegó. Al llegar al poblado, Jack se encontró con algo que no esperaba para nada. En principio el plan era llegar a la Ciudad de los Magos, en la que probablemente podrían encontrar información sobre el mago exiliado que podría ayudar a Jack en su formación para pelear contra Belgarath. Aquella tarea se había ampliado con el secuestro de Felurian y la desaparición de Ascua, los cuales Jack estaba convencido que se encontraban en la Ciudad de los Magos con aquel misterioso hombre. Sin embargo, por las explicaciones de Felurian, la Ciudad de los Magos debería ser un lugar misterioso, abandonado y en ruinas. Lo que Jack vio era todo lo contrario.
Era imposible describir lo que Jack veía. Era una ciudad muchísimo más avanzada que cualquier otra que el chico hubiese visto, y la magia, estaba presente en cada esquina. Se veía gente volar en diversas direcciones, animales extraños, fuentes de energía como Ascua por doquier, extraños artefactos que debían ser invenciones de magos y magas y en el corazón de la ciudad, los menhires que Jack había visto a lo lejos, los cuales tenían unas runas en verde inscritas en el centro de los mismos.
Jack se sentía como un extraño en aquella ciudad y a la vez como uno más, ya que él también era un mago y por tanto formaba parte de aquella comunidad. Esto alegró al chico, ya que no solo había perdido a Brom y su hogar, también había descubierto que, en estos meses, que su madre formaba parte de una raza ya extinta y él era un mago, en principio de los últimos magos del planeta. Encontrar una ciudad en la que había más gente como él, le lleno de alegría, dicha y emoción.
Jack se adentró en aquella ciudad, con el objetivo de mezclarse con la gente, y tratar de averiguar algo sobre Felurian y Ascua.


La cruda realidad

Jack se adentró en aquella ciudad llena de vida y alegría. Era muy diferente a lo que había visto desde que salieron de su ciudad hace meses. Aquella gente sonreía, caminaba alegre por las calles, parecía que no hubiese ningún tipo de problema. No parecían ser conscientes de que el mundo en realidad estaba en un grave peligro. Aquello sorprendió Jack, ya que eso podría ser normal de tratarse de una ciudad con simples humanos.
Sin embargo, se encontraba en La Ciudad de los Magos. Ellos deberían ser conscientes más que nadie del peligro de Gul'Dan controlando a Gabranth, así como del inminente retorno de Belgarath, pero Jack no quiso darle mayor importancia, estaba contento de encontrarse a una ciudad como aquella.
Tras un buen rato deambulando por la ciudad, Jack decidió que era hora de comenzar la búsqueda de sus amigos desaparecidos. Era curioso, ya que antes de entrar en la ciudad, Jack estaba ansioso por comenzar a tratar de averiguar el paradero de sus compañeros, pero poco a poco esa necesidad se había ido reduciendo. Aquello hizo que Jack se sintiese mal, como si sus compañeros ya no fuesen tan importantes para él, y aun así, seguía sin sentir la necesidad de buscarles como antes de llegar a la ciudad.
Era curioso ya que la mente de Jack era como un torbellino de ideas. En cuanto comenzaba a pensar en Felurian y Ascua, otros pensamientos se agolpaban en su cabeza, dejando los referentes a sus amigos en un segundo plano. Al principio Jack se asustó, pero poco a poco, se dejaba llevar más por aquellas nuevas ideas, como buscar información sobre los Iridian, la raza de su madre, o información sobre la historia de los magos. En definitiva, otro tipo de tareas que no estaban relacionadas con la búsqueda de sus amigos.
Jack decidió ir a una posada, ya que recordaba que Brom siempre le había dicho que las posadas y tabernas eran los mejores sitios para conseguir información. Por lo tanto, Jack se adentró en una posada que vio en la plaza central.
Una vez dentro Jack se acercó al posadero para pedir algo de beber y poder sentarse en una mesa, para así reflexionar sobre qué debía hacer.
-"Este sitio es extraño, hay mucha gente y todo el mundo parece muy alegre y ocupado, pero nadie parece haber notado mi presencia, es como si no existiese." Incluso el posadero había servido a Jack sin siquiera mirarle a la cara.
-"Bueno, me centraré en mi misión, por la que vine a esta ciudad…" Comentó Jack en voz alta una vez más, con el intención de darle mayor peso a sus ideas y tratar de aclararse.
-"El problema es que no recuerdo exactamente la razón que me ha traído a esta ciudad. Sé que estaba buscando a alguien, pero no recuerdo a quién." Continuó Jack en su diálogo unilateral.
-"Si no me acuerdo de la razón para haber venido, quizá no sea tan importante. Además, en esta ciudad hay muchas cosas que hacer. Puedo aprovechar para hablar con los lugareños y quizá pueda aprender algo más sobre porqué estoy aquí." Decidió Jack, que se encontraba confuso.
Jack estaba sentado en una mesa de la taberna con la mirada perdida, mientras el resto de clientes iban de un lado a otro, hablando de sus cosas. Sin embargo, hubo un momento en el que Jack presintió que alguien le miraba fijamente. Era la primera vez que aquello le pasaba desde que había llegado a aquella ciudad. Era curioso, ya que como había percibido antes, esos ciudadanos actuaban como si Jack no estuviese delante, pero aquella sensación era claramente la de alguien mirando fijamente a la espalda del chico.
Cuando Jack se giró solo alcanzó a ver el final de una túnica que desaprecia por la puerta de la posada. Sin pensarlo dos veces, Jack se dirigió a la salida, quería saber quién era aquella persona que parecía tener un cierto interés en él. Una vez fuera Jack no sabía dónde ir, así que detuvo a un hombre que empujaba un carromato lleno de verduras y le preguntó.
-"Perdone caballero, ¿ha visto usted a un hombre con una túnica salir de la posada? Preguntó Jack al señor, pero este no dijo ni una palabra, ni si quiera miró a Jack a los ojos cuando este le detuvo. Simplemente, continuó su camino como si Jack no existiese.
-"Menudo maleducado, podría al menos decir que no sabe nada." Refunfuñó Jack.
El chico continuó preguntando a todo el mundo que se encontraba a su paso, pero la respuesta de todos los ciudadanos era la misma, la indiferencia. Ciertamente, era peor que la indiferencia, Jack sentía que realmente aquella gente no percibía su presencia, Jack no existía para ellos de ninguna manera.
En aquel momento Jack se asustó. Se encontraba en una ciudad, supuestamente llena de magia, en la que ninguno de sus habitantes parecía notar su presencia. Comenzó a correr sin ningún tipo de sentido ni dirección por la ciudad, hasta que finalmente, exhausto de la carrera, se detuvo en una plaza enorme.
Cuando Jack miró hacia arriba vio que se encontraba en la zona de los menhires con aquellas inscripciones. Se sentó con la espalda pegada a uno de ellos.
-"¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué he venido a esta ciudad? No soy capaz de recordar por ´qué vine, pero sé que es algo muy importante. ¿Soy invisible? ¿Por qué nadie me ve o me habla?" Jack tenía mil preguntas en su cabeza y ninguna respuesta.
Tras dar muchas vueltas a la situación en su cabeza, Jack se tumbó en el suelo a los pies de uno de los menhires y se quedó dormido.
-"Jack…despierta…tienes que ayudarnos…las runas…" El chico se despertó de un salto al escuchar esas voces en su cabeza. No sabía de quién era aquella voz, pero sí sabía que era alguien importante y sentía que podía confiar en aquella voz.
No sabía a qué o quiénes se refería con ayudar, pero sí entendió a qué se refería la voz con la palabra runas. Los menhires que había en aquella enorme plaza, tenían diferentes runas inscritas. Las cuales a Jack le habían parecido ya familiares a su llegada a la plaza. Cada menhir tenía una runa diferente y Jack tenía vagos recuerdos de esas formas. Sentía como que aquellos recuerdos eran de una vida pasada, pero desechó aquel pensamiento ya que solo le estorbaba en ese momento.
Comenzó a mirar fijamente a cada uno de los menhires y uno de ellos le llamó la atención. En uno de los menhires vio la runa que representaba la palabra FAMILIA. Sin saber la razón, Jack decidió tocar aquel menhir.
Al tocar el menhir con dicha runa, Jack notó un frío gélido que le recorrió todo el cuerpo e hizo que se tirase de rodillas al suelo, débil y con una sensación de pena que le encogía el corazón.
En ese instante Jack miró a su alrededor y vio como todo lo que había estado viendo desaparecía, desde la gente alegre caminando por la calle, hasta el cielo azul y el ruido de los pajarillos. Todo quedó sustituido por un cielo rojo sangre y ruinas, todo eran ruinas y Jack estaba completamente solo.
En aquel momento el menhir que Jack había tocado desapareció y en su lugar apareció una luz, como si de un portal mágico se tratase. Sin ningún tipo de duda, Jack lo cruzó.


Al entrar en el portal Jack sintió como si su cuerpo se desintegrase en millones de partes más pequeñas, lo curioso es que no dolía nada en absoluto, era como si su cuerpo fuese agua.
Si el portal en el que Jack entró tiene forma de rectángulo. ¿Cuántos ángulos rectos forman un rectángulo?

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22 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Puedes probar a dibujar un rectángulo en un papel y marcar a ver cuántos vértices ves, es decir, cuantas esquinas. Eso te dará la pista que necesitas para saber cuántos ángulos rectos forman un rectángulo. :)

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  2. Hola soy Victor y forman 2 angulos rectos

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    1. Piensa o dibuja un rectángulo y mira a ver cuántas esquinas/vértices tiene, te dará la pista de cuantos ángulos rectos forman un rectángulo :)

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    1. Puedes probar a hacer un dibujo. Si dibujas dos ángulos rectos uno al lado del otro, ¿tienes un rectángulo u otro tipo de forma geométrica?

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  4. Hola soy Martín la respuesta es 4 angulos rectos

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  5. Hola, soy Asier y la respuesta es dos.

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    1. Piensa o dibuja un rectángulo y mira a ver cuántas esquinas/vértices tiene, te dará la pista de cuantos ángulos rectos forman un rectángulo :)

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  6. Hola, soy Asier, ya he hecho el rectangulon y la respuesta es cuatro, me había equivocado.

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  7. Hola Álvaro soy Olivia la respuesta es cuatro ángulos rectos
    Te hecho de menos 😢
    😘😍😘

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    1. ¡Muy bieeen Olicia! Yo también os echo de menos, pero ya va quedando menos, ánimo! :)

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    2. Hola soy Héctor son 4 rectosangulos

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    3. Soy Héctor me e equibocado.

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    4. Si te refieres a que pusiste "rectosangulos" no te preocupes, entendí la respuesta :)

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