Perdido
Un dolor intenso fue lo primero que sintió
Jack. Al abrir los ojos, el brillo de la luz era tal que tuvo que cerrarlos de
nuevo. Todo era blanco y se encontraba desorientado.
-"¿A-Ascua…?" Preguntó Jack en su
cabeza, tratando de saber dónde estaba su amigo.
No escuchó nada. No sentía tampoco la
presencia cálida de su amigo. Estaba solo y lo único que alcanzaba a ver era
una ladera cubierta de nieve, y una enorme cascada cuyo origen no era capaz de
ver.
No recordaba bien lo que había pasado y su
cabeza palpitaba como si fuese a explotar en cualquier momento. Jack se sentó
sobre la nieve bajo un árbol cercano a donde había despertado. Comenzó a
comprobar su cabeza y el resto del cuerpo buscando lesiones. A pesar del gran
dolor de cabeza no encontró ninguna herida. Aquello alegró a Jack en cierta
medida.
Comenzó a recordar y a hacer memoria de lo
último que había sucedido. Aquel hombre misterioso había salido de la nada,
llevándose a Felurian con él y probablemente responsable también de que Jack
cayese inconsciente. Seguramente, fuese el mismo hombre que Ascua vio.
Lo que no entendía era la desaparición de
Ascua, el lugar en el que se encontraba y aquella última frase que dijo el
hombre. ¿Cómo podía saber él a dónde se dirigían?
Jack estaba solo en aquella montaña y por
la posición del sol, era más tarde de medio día. Tras aquel pequeño momento de
reflexión, el chico decidió que tenía que hacer algo.
-"Bueno, Ascua no sé dónde está, pero
sospecho que Felurian ha sido secuestrada por aquel hombre, que estará en la
Ciudad de los Magos. Es la única opción que se me ocurre y que puede tener algo
de sentido. Pero primero, tengo que conseguir algo de comida y descansar un poco."
Habló Jack en voz alta, probablemente para no sentirse solo.
Jack trató de levantarse y tras un primer
mareo, consiguió recuperar el equilibrio apoyándose en el árbol. Tras un
momento para coger fuerzas, comenzó a caminar. Hacía mucho frío así que Jack
pensó en conjurar un hechizo de calor, pero se dio cuenta que Ascua no estaba.
Estaba completamente solo.
-"¿De qué sirvo yo solo sin Ascua? Soy
débil e inservible sin su poder…" Se preguntó Jack con tristeza.
¿Cómo iba a poder cazar Jack sin sus
poderes? No tenía ni idea de caza, él era pescador antes que mago, pero no
sabía nada de caza y tampoco tenía ningún tipo de arma. Durante toda esta
aventura siempre había confiado en sus poderes y ahora que no los tiene, se
siente inútil.
A pesar de la tristeza por la comprensión
de su propia debilidad, el dolor de cabeza, el frío y la preocupación por sus
dos amigos. Jack decidió continuar caminando. Rompió una de las ramas del árbol
para usarla como muleta y así ayudarse de ella para poder mantener mejor el equilibrio.
Mientras Jack caminaba solo por aquella
montaña cubierta de nieve, nada parecía tener sentido. Hace no tanto Jack tenía
una vida sencilla y feliz, como pescador. Ahora se encontraba caminando solo
por una montaña en una isla que no conocía, persiguiendo un mago que quiere
acabar con él, y dirigiéndose a la Ciudad de los Magos, en la que probablemente
se enfrentaría con aquel misterioso hombre, que era claramente más poderoso que
Jack. Nada tenía sentido y aun así Jack decidió seguir caminando ladera abajo,
esperando que al final de la ladera, encontrase algún tipo de poblado en el que
poder resguardarse de aquel frío.
Tras lo que fueron unas horas de caminar,
que a Jack le parecieron días, debido al esfuerzo, el frío y el dolor de
cabeza. Jack comenzó en la lejanía a divisar el final de la ladera y un pequeño
poblado al final.
-"¡Abajo hay algo!" Gritó Jack,
acelerando el paso por la emoción de librarse aquel frío.
De repente Jack tropezó con algo y cayó al
suelo, rodando por la ladera hasta detenerse al chocar contra un árbol.
Antes de perder el conocimiento (otra vez)
el chico vio la cara de un hombre que no pudo descifrar.
-"No sabes a qué te enfrentas chico, ríndete antes
de que sea demasiado tarde." Dijo aquel hombre.
La ciudad de los magos
Cuando Jack abrió los ojos, tardó un buen
rato en ser capaz de comprender y recordar lo que había pasado.
Recordaba haber visto un pequeño pueblo o
asentamiento al final de la ladera. Posteriormente, había tropezado y caído
junto a un árbol y ahora ahí se encontraba. No era capaz de decir si era la
misma montaña u otra diferente. Jack empezaba a estar cansado, no físicamente
sino mentalmente. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que despertó cuando
Felurian fue raptada hasta ahora. No sabía si estaba en el mismo lugar, la
misma montaña o incluso una isla totalmente diferente.
-"Solo quiero llegar a la Ciudad de
los Magos y averiguar dónde están Felurian y Ascua… Tengo que ayudarles…"
Dijo Jack en voz alta para tratar de animarse a sí mismo. Intentando darle un
sentido a todo aquel sinsentido.
El chico se puso de pie y comprobó que
ciertamente se encontraba mejor y menos mareado que antes. Echó un vistazo
rápido a su alrededor y vio lo que le pareció el mismo poblado que había
divisado anteriormente, pero desde otra dirección, totalmente opuesta.
-"¿Es posible que alguien o algo me
haya trasladado mientras estaba inconsciente? Juraría que el poblado estaba al
este y ahora está al oeste, la única explicación lógica es que yo haya cambiado
de posición, pero ¿cómo? Si estaba inconsciente." Se preguntó Jack en voz
alta, tratando de ordenar sus ideas y buscar una lógica.
Jack trató de reflexionar sobre aquella
idea mientras se dirigía al poblado que se veía al oeste. Era curioso ya que
cuanto más se acercaba más detalles apreciaba. Comenzó a ver una extraña
formación, semicircular formada por lo que parecían uno menhires enormes.
Aquella estructura no tenía pinta de tener ninguna utilidad más allá de la
decoración o como zona de rituales, ya que no tenía pinta que allí pudiese
vivir nadie.
Tras varias horas de caminar en dirección
al poblado, Jack por fin llegó. Al llegar al poblado, Jack se encontró con algo
que no esperaba para nada. En principio el plan era llegar a la Ciudad de los
Magos, en la que probablemente podrían encontrar información sobre el mago
exiliado que podría ayudar a Jack en su formación para pelear contra Belgarath.
Aquella tarea se había ampliado con el secuestro de Felurian y la desaparición
de Ascua, los cuales Jack estaba convencido que se encontraban en la Ciudad de
los Magos con aquel misterioso hombre. Sin embargo, por las explicaciones de Felurian,
la Ciudad de los Magos debería ser un lugar misterioso, abandonado y en ruinas.
Lo que Jack vio era todo lo contrario.
Era imposible describir lo que Jack veía.
Era una ciudad muchísimo más avanzada que cualquier otra que el chico hubiese
visto, y la magia, estaba presente en cada esquina. Se veía gente volar en
diversas direcciones, animales extraños, fuentes de energía como Ascua por
doquier, extraños artefactos que debían ser invenciones de magos y magas y en
el corazón de la ciudad, los menhires que Jack había visto a lo lejos, los
cuales tenían unas runas en verde inscritas en el centro de los mismos.
Jack se sentía como un extraño en aquella
ciudad y a la vez como uno más, ya que él también era un mago y por tanto
formaba parte de aquella comunidad. Esto alegró al chico, ya que no solo había
perdido a Brom y su hogar, también había descubierto que, en estos meses, que
su madre formaba parte de una raza ya extinta y él era un mago, en principio de
los últimos magos del planeta. Encontrar una ciudad en la que había más gente
como él, le lleno de alegría, dicha y emoción.
Jack se adentró en aquella ciudad, con el objetivo de
mezclarse con la gente, y tratar de averiguar algo sobre Felurian y Ascua.
La cruda realidad
Jack se adentró en aquella ciudad llena de
vida y alegría. Era muy diferente a lo que había visto desde que salieron de su
ciudad hace meses. Aquella gente sonreía, caminaba alegre por las calles,
parecía que no hubiese ningún tipo de problema. No parecían ser conscientes de
que el mundo en realidad estaba en un grave peligro. Aquello sorprendió Jack,
ya que eso podría ser normal de tratarse de una ciudad con simples humanos.
Sin embargo, se encontraba en La Ciudad de
los Magos. Ellos deberían ser conscientes más que nadie del peligro de Gul'Dan
controlando a Gabranth, así como del inminente retorno de Belgarath, pero Jack
no quiso darle mayor importancia, estaba contento de encontrarse a una ciudad
como aquella.
Tras un buen rato deambulando por la
ciudad, Jack decidió que era hora de comenzar la búsqueda de sus amigos
desaparecidos. Era curioso, ya que antes de entrar en la ciudad, Jack estaba
ansioso por comenzar a tratar de averiguar el paradero de sus compañeros, pero
poco a poco esa necesidad se había ido reduciendo. Aquello hizo que Jack se
sintiese mal, como si sus compañeros ya no fuesen tan importantes para él, y
aun así, seguía sin sentir la necesidad de buscarles como antes de llegar a la
ciudad.
Era curioso ya que la mente de Jack era
como un torbellino de ideas. En cuanto comenzaba a pensar en Felurian y Ascua,
otros pensamientos se agolpaban en su cabeza, dejando los referentes a sus
amigos en un segundo plano. Al principio Jack se asustó, pero poco a poco, se
dejaba llevar más por aquellas nuevas ideas, como buscar información sobre los
Iridian, la raza de su madre, o información sobre la historia de los magos. En
definitiva, otro tipo de tareas que no estaban relacionadas con la búsqueda de
sus amigos.
Jack decidió ir a una posada, ya que
recordaba que Brom siempre le había dicho que las posadas y tabernas eran los
mejores sitios para conseguir información. Por lo tanto, Jack se adentró en una
posada que vio en la plaza central.
Una vez dentro Jack se acercó al posadero
para pedir algo de beber y poder sentarse en una mesa, para así reflexionar
sobre qué debía hacer.
-"Este sitio es extraño, hay mucha
gente y todo el mundo parece muy alegre y ocupado, pero nadie parece haber
notado mi presencia, es como si no existiese." Incluso el posadero había
servido a Jack sin siquiera mirarle a la cara.
-"Bueno, me centraré en mi misión, por
la que vine a esta ciudad…" Comentó Jack en voz alta una vez más, con el
intención de darle mayor peso a sus ideas y tratar de aclararse.
-"El problema es que no recuerdo
exactamente la razón que me ha traído a esta ciudad. Sé que estaba buscando a
alguien, pero no recuerdo a quién." Continuó Jack en su diálogo
unilateral.
-"Si no me acuerdo de la razón para
haber venido, quizá no sea tan importante. Además, en esta ciudad hay muchas
cosas que hacer. Puedo aprovechar para hablar con los lugareños y quizá pueda
aprender algo más sobre porqué estoy aquí." Decidió Jack, que se
encontraba confuso.
Jack estaba sentado en una mesa de la
taberna con la mirada perdida, mientras el resto de clientes iban de un lado a
otro, hablando de sus cosas. Sin embargo, hubo un momento en el que Jack
presintió que alguien le miraba fijamente. Era la primera vez que aquello le
pasaba desde que había llegado a aquella ciudad. Era curioso, ya que como había
percibido antes, esos ciudadanos actuaban como si Jack no estuviese delante,
pero aquella sensación era claramente la de alguien mirando fijamente a la
espalda del chico.
Cuando Jack se giró solo alcanzó a ver el
final de una túnica que desaprecia por la puerta de la posada. Sin pensarlo dos
veces, Jack se dirigió a la salida, quería saber quién era aquella persona que
parecía tener un cierto interés en él. Una vez fuera Jack no sabía dónde ir, así
que detuvo a un hombre que empujaba un carromato lleno de verduras y le
preguntó.
-"Perdone caballero, ¿ha visto usted a
un hombre con una túnica salir de la posada? Preguntó Jack al señor, pero este
no dijo ni una palabra, ni si quiera miró a Jack a los ojos cuando este le
detuvo. Simplemente, continuó su camino como si Jack no existiese.
-"Menudo maleducado, podría al menos
decir que no sabe nada." Refunfuñó Jack.
El chico continuó preguntando a todo el
mundo que se encontraba a su paso, pero la respuesta de todos los ciudadanos
era la misma, la indiferencia. Ciertamente, era peor que la indiferencia, Jack
sentía que realmente aquella gente no percibía su presencia, Jack no existía
para ellos de ninguna manera.
En aquel momento Jack se asustó. Se encontraba
en una ciudad, supuestamente llena de magia, en la que ninguno de sus
habitantes parecía notar su presencia. Comenzó a correr sin ningún tipo de
sentido ni dirección por la ciudad, hasta que finalmente, exhausto de la
carrera, se detuvo en una plaza enorme.
Cuando Jack miró hacia arriba vio que se
encontraba en la zona de los menhires con aquellas inscripciones. Se sentó con
la espalda pegada a uno de ellos.
-"¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué
he venido a esta ciudad? No soy capaz de recordar por ´qué vine, pero sé que es
algo muy importante. ¿Soy invisible? ¿Por qué nadie me ve o me habla?"
Jack tenía mil preguntas en su cabeza y ninguna respuesta.
Tras dar muchas vueltas a la situación en
su cabeza, Jack se tumbó en el suelo a los pies de uno de los menhires y se
quedó dormido.
-"Jack…despierta…tienes que
ayudarnos…las runas…" El chico se despertó de un salto al escuchar esas
voces en su cabeza. No sabía de quién era aquella voz, pero sí sabía que era
alguien importante y sentía que podía confiar en aquella voz.
No sabía a qué o quiénes se refería con
ayudar, pero sí entendió a qué se refería la voz con la palabra runas. Los
menhires que había en aquella enorme plaza, tenían diferentes runas inscritas.
Las cuales a Jack le habían parecido ya familiares a su llegada a la plaza.
Cada menhir tenía una runa diferente y Jack tenía vagos recuerdos de esas
formas. Sentía como que aquellos recuerdos eran de una vida pasada, pero
desechó aquel pensamiento ya que solo le estorbaba en ese momento.
Comenzó a mirar fijamente a cada uno de los
menhires y uno de ellos le llamó la atención. En uno de los menhires vio la
runa que representaba la palabra FAMILIA. Sin saber la razón, Jack decidió
tocar aquel menhir.
Al tocar el menhir con dicha runa, Jack
notó un frío gélido que le recorrió todo el cuerpo e hizo que se tirase de
rodillas al suelo, débil y con una sensación de pena que le encogía el corazón.
En ese instante Jack miró a su alrededor y
vio como todo lo que había estado viendo desaparecía, desde la gente alegre
caminando por la calle, hasta el cielo azul y el ruido de los pajarillos. Todo
quedó sustituido por un cielo rojo sangre y ruinas, todo eran ruinas y Jack
estaba completamente solo.
En aquel momento el menhir que Jack había tocado
desapareció y en su lugar apareció una luz, como si de un portal mágico se
tratase. Sin ningún tipo de duda, Jack lo cruzó.
Al entrar en el portal Jack sintió como si
su cuerpo se desintegrase en millones de partes más pequeñas, lo curioso es que
no dolía nada en absoluto, era como si su cuerpo fuese agua.
Si el portal en el que Jack entró tiene forma de
rectángulo. ¿Cuántos ángulos rectos forman un rectángulo?
Deja tu respuesta en los comentarios :)
2 ángulos rectos
ResponderEliminarPuedes probar a dibujar un rectángulo en un papel y marcar a ver cuántos vértices ves, es decir, cuantas esquinas. Eso te dará la pista que necesitas para saber cuántos ángulos rectos forman un rectángulo. :)
EliminarHola soy Victor y forman 2 angulos rectos
ResponderEliminarPiensa o dibuja un rectángulo y mira a ver cuántas esquinas/vértices tiene, te dará la pista de cuantos ángulos rectos forman un rectángulo :)
Eliminarhola son 2 ángulos rectos
ResponderEliminarPuedes probar a hacer un dibujo. Si dibujas dos ángulos rectos uno al lado del otro, ¿tienes un rectángulo u otro tipo de forma geométrica?
EliminarHola soy Martín la respuesta es 4 angulos rectos
ResponderEliminar¡Muy bien Martín!
EliminarHola, soy Asier y la respuesta es dos.
ResponderEliminarPiensa o dibuja un rectángulo y mira a ver cuántas esquinas/vértices tiene, te dará la pista de cuantos ángulos rectos forman un rectángulo :)
EliminarHola, soy Asier, ya he hecho el rectangulon y la respuesta es cuatro, me había equivocado.
ResponderEliminarAhora está perfecto Asier :)
Eliminar4 ángulos rectos
ResponderEliminar¡Correcto! :)
EliminarHola Álvaro la respuesta es 4
ResponderEliminar¡Correcto! :)
EliminarHola Álvaro soy Olivia la respuesta es cuatro ángulos rectos
ResponderEliminarTe hecho de menos 😢
😘😍😘
¡Muy bieeen Olicia! Yo también os echo de menos, pero ya va quedando menos, ánimo! :)
EliminarHola soy Héctor son 4 rectosangulos
EliminarPerfecto Héctor :)
EliminarSoy Héctor me e equibocado.
EliminarSi te refieres a que pusiste "rectosangulos" no te preocupes, entendí la respuesta :)
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