Siempre huyendo
Tras un rato el misterioso encapuchado habló.
-"He
indagado un poco en tu memoria. Tus amigos y tú necesitáis ayuda por lo que he
visto. ¿Escapáis de los esbirros del Senador Gabranth verdad?" Dijo el
misterioso hombre.
-"No sé de qué me estás
hablando." Contestó Ascua en tono serio y desafiante.
-"Tus amigo están a las afueras de la
ciudad, esperando que encuentres algún tipo de información respecto a un
supuesto mago desaparecido o exiliado, que formaba parte del Consejo del
antiguo Rey Raithwall. ¿Me equivoco?" Dijo el hombre con un tono de burla.
-"Nada de lo que dices tiene sentido.
Tengo mejores cosas que hacer. Adiós." Sentenció Ascua, mientras se
dirigía de nuevo a la ventana para marcharse, cuando se detuvo. Se dio cuenta
de que no podía moverse, su pequeño cuerpo de luz estaba suspendido en el aire
como siempre, pero no podía moverse, no controlaba su cuerpo.
En ese momento el encapuchado se puso de
pie y se dirigió hacia Ascua.
-"Eres una fuente de energía y como
tal, tu poder es casi ilimitado. Sin embargo, sé que una fuente de energía por
sí misma, no es gran cosa, necesita un aliado, alguien que utilice su cuerpo
como canal para tu energía. ¿Dónde se encuentra esa persona? O Debería decir
¿dónde se encuentra tu amigo… Jack …?" Preguntó el misterioso hombre.
-"Es cierto lo que dices, sin embargo
yo soy algo especial…" En ese momento el cuerpo de Ascua se iluminó como
nunca antes lo había hecho. Los ropajes de aquel hombre entraron en llamas, lo
que le despistó, liberando así el hechizo que retenía a Ascua. De esa manera
fue capaz de escapar de la casa y dirigirse al encuentro de sus amigos.
En el campamento, Jack se encontraba frente
al fuego, con una mirada pensativa, mientras que Felurian estaba tumbada sobre
una manta, durmiendo.
-"¡Ascua!" Gritó Jack con tono de
alegría al ver aparecer a su amigo de entre los árboles, y despertando también
a Felurian.
-"¡Tenemos que irnos, nos han
descubierto!" Gritó Ascua en la mente de sus compañeros.
Sin hacer ninguna pregunta, Felurian y Jack
empezaron a empaquetar sus cosas y preparar a los caballos. Mientras tanto,
Ascua iba proyectando imágenes e información sobre la conversación con aquel
hombre enmascarado.
-"¿Tienes alguna idea de quién puede
ser ese hombre? Preguntó Jack, mientras se subía al caballo.
-"¿Creo que podría ser algún súbdito
de Gul'Dan, mucho más poderoso que el tabernero y la mujer que nos atacaron.
Ese hechizo que utilizó con Ascua, no es algo que se pueda tomar a la
ligera."
-"¿Hacia dónde deberíamos dirigirnos?
Preguntó Jack.
-"Creo que lo mejor será ir a la
ciudad de los magos" Se encuentra al norte de dónde estamos ahora. Es
quizá el mejor sitio aunque también el más obvio, para un mago exiliado."
Respondió Felurian, claramente dubitativa.
-"De acuerdo. Tú conoces mejor estás
tierras que nadie." Dijeron Ascua y Jack al unísono.
Nuestros tres amigos se encaminan por tanto
hacia el norte de la isla. Deberán primero ir al Este, para evitar las grandes
acumulaciones de gente, y viajar por las afuera de la ciudad.
Mientras los dos caballos se alejaban, un
hombre encapuchado aparece entre dos árboles.
-"Allí os veré entonces, Felurian." Dijo aquel
hombre como en un susurro casi imperceptible.
Tarea:
La ruta que deben cruzar nuestros
compañeros para llegar a la ciudad de los magos es la siguiente.
Primero deberán recorrer, 1236 metros hacia el
OESTE. Una vez llegado al límite de la montaña, deberán recorrer 2450 metros
hacia el NORTE. Finalmente, se dirigirán al ESTE durante 5476 metros.
¿Cuántos metros deberán recorrer nuestros compañeros para llegar a su
destino, en la ciudad de los magos?
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Un largo viaje
Llevaban ya varios días de viaje dirección
este. Felurian había estado callada todo este tiempo y Jack no sabía que
pensar. Desde que habían llegado al reino de su padre, Felurian estaba muy
callada, más de lo normal. A pesar del acercamiento que Jack había percibido en
el campamento la noche en que Ascua estaba buscando información solo, la chica
había vuelto a encerrarse en sí misma y Jack y Ascua no entendían bien la
razón.
- "Quizá deberíamos tratar de hablar
con ella. Seguramente solo esté desanimada porque todo está siendo más difícil
de lo que ella esperaba." Comentó Ascua.
-"Sí, probablemente sea mejor. Además
estar así es un aburrimiento y por lo visto aún nos queda mucho viaje a hasta
llegar a la Ciudad de los Magos."
-"Felurian, ¿qué nos puedes contar de
la Ciudad de los Magos?" Preguntó Jack, para tratar de sacar un tema de
conversación interesante.
-"Es la ciudadela donde todos los
magos del reino se formaban. En el corazón de la misma está el castillo de los
Archimagos, los gobernadores de la ciudad y también, la zona de rituales."
Respondió Felurian, con un tono monótono en su voz, que denotaba tener poca de
hablar.
-"¿Quedará algún mago o alguien
viviendo ahí?" Quería saber Ascua.
-"No debería. Muchos de los magos se
marcharon para luchar contra Belgarath y perecieron. Lo que se quedaron para
proteger este reino, fueron perseguidos una vez Gul'Dan tomó control de la
mente de mí tío Gabranth y acabó con la vida de mi padre." Dijo Felurian
enfadada.
-"Se hace de noche deberíamos parar a
descansar." Espetó Felurian, antes de que Jack o Ascua pudiesen preguntar
algo más.
Buscaron un claro alejado de los caminos
principales. En el que no hubiese mucha nieve para así poder hacer su pequeño
campamento. Se había convertido en una rutina. Mientras Jack preparaba las
mantas, Felurian iba a buscar madera para una pequeña hoguera y Ascua vigilaba
el perímetro.
La comida era siempre un problema. Tenían
algo que habían encontrado en los fardos de los caballos robados. Sin embargo,
se les estaba acabando la carne seca y tendrían que empezar a cazar dentro de
poco. Suerte que Ascua no necesitaba alimentarse.
-"¿Qué te preocupa Felurian?"
Preguntó Ascua, sin avisar a Jack.
-"¿A qué te refieres?" Dijo Felurian.
-"Desde que hemos llegado a este
reino, estás mucho más callada de lo normal, preocupada constantemente y un
poco cabizbaja en general. Jack y yo estamos preocupados." Respondió Ascua
con una voz cálida y amigable.
-"Hmm… Seguramente sea cierto. No
pensé que la situación sería tan grave. Es cierto que eso ya lo hemos hablado,
pero me preocupa mucho la importancia y presencia que parece tener Gul'Dan
aquí. El posadero y la mujer, las extrañas miradas en la ciudad y el
encapuchado que viste Ascua. Todo eso me pone nerviosa. En la Ciudad de los
Magos, no vamos a encontrar mucha más ayuda, será un lugar abandonado y
decrépito, pero no sé qué más hacer…" Contestó Felurian.
-"No te preocupes Felurian, estás
poniéndote demasiado peso encima. Estamos juntos en esto. Si tú crees que ir a
la Ciudad de los Magos es el mejor siguiente paso, eso haremos,
independientemente de las dificultades que podamos encontrar." Dijo Jack
con valentía.
-"Estoy de acuerdo en todo lo que dices, excepto en
una cosa. No estamos juntos en esto del todo. Al final, eres tú quién tiene que
enfrentarse a Belgarath, y ahí Jack, estarás solo." Una vez dicho esto,
Felurian se levantó y se marchó a dormir, dejando a Jack hundido y Ascua
preocupado por el estado de su amigo.
Los siguientes días de viaje discurrieron
entre silencios y pequeños gruñidos de expresión entre Felurian y Jack. Ascua
estaba cansado de aquella situación, pero estaba más enfadado con Felurian.
Jack nunca estaría solo estando Ascua a su lado, y la chicha había sido cruel.
No hacía falta hundir al chico con comentarios meramente destructivos.
Había otra razón por la que Ascua estaba
preocupado y enfadado. En el fondo, se sentía culpable. El futuro de Jack era
el más duro y oscuro que el de cualquier otro habitante de aquel mundo. Simple
y llanamente, por haber sido elegido por Ascua como sucesor de su poder en
lugar de Belgarath, el chico estaba destinado a enfrentarse a un mago poderosísimo,
sin una formación adecuada. Por lo tanto, Ascua no podía evitar sentirse
culpable por aquella elección, que aun pudiendo ser la más acertada, no era la
más humana. Condenar el destino de un chico de 16 años, de esa manera, era
horrible.
-"Jack, quiero decirte algo."
Sorprendió Ascua a Jack.
-"Dime Ascua." Respondió Jack.
-"Lo siento, todo esto es mi
culpa." Soltó Ascua.
-"¿De qué estás hablando?"
Preguntó Jack.
-"Todo lo que te está sucediendo, la
muerte de Brom y todos estos problemas. Es por mi culpa, te elegí a ti y desde
ese momento solo te han sucedido desgracias." Ascua con tristeza.
-"Siempre sentí que algo no encajaba
en mi vida. Que había algo diferente en mí y que no pertenecía a aquel lugar.
Desde que apareciste, todo empezó a cobrar sentido. Y el poder hacer magia, ha
llenado mis días con alegría. Quizá también pueda aprender algo más de mis
padres cuando lleguemos a mí ciudad natal." Respondió Jack.
-"Pero todo en tu vida es más difícil
ahora Jack."
-"Sí, es cierto. Pero también más interesante
y nuevo." Dijo Jack, mirando de reojo a Felurian.
Más tarde ese día, llegaron a una pequeña
zona en lo alto de una montaña desde la que se veía la entrada a la Ciudad de
los Magos. Decidieron acampar ahí para entrar en la ciudad con las primeras luces
del día siguiente.
Una vez acampados, Felurian y Jack se
encontraban sentados comiendo un conejo que Jack había cazado lanzándole una
pequeña bola de fuego a las afueras del campamento.
Estos días se había concentrado en
practicar sus poderes, y se había vuelto realmente bueno en el control de las
bolas de fuego, era capaz de acertar a pequeños objetivos desde lejos sin
apenas mover su cuerpo, con un simple gesto de los dedos.
-"¿Qué piensas ahora que estamos tan
cerca de nuestros destino? Preguntó Felurian de repente.
-"No sé, pero tengo ganas de ver cómo
es la ciudad" Respondió Jack con tono seco.
-"Siento lo del otro día Jack."
Dijo Felurian en voz baja.
-"No entien…" Empezó a decir
Jack, cuando el grito de Ascua en la mente de ambos le cortó.
-"¡Hay alguien entre los
árboles!" Gritó Ascua.
Felurian y Jack se pusieron en guardia.
Felurian con un pequeño palo que tenía a modo de jabalina y Jack con una bola
de fuego en cada mano. Estaban listos para cualquier cosa.
-"No se os ha perdido nada en la Ciudad
de los Magos, dad la vuelta ahora mismo." Dijo una voz entre los árboles.
En ese momento la silueta de lo que parecía
un hombre encapuchado salió de entre las sombras. En ese preciso instante Jack
le lanzó ambas bolas de fuegos que desaparecieron por completo antes de
impactar sobre el hombre.
Antes de que Jack pudiese hacer nada, el
hombre se encontraba detrás de Felurian con una mano sobre su cuello. Jack
lanzó otra bola de fuego hacia el hombre pero esta también despareció.
-"¡Tenemos que huir Jack, es demasiado
fuerte!" Gritó Ascua en la cabeza de Jack.
-"¡No podemos dejar a Felurian con ese
hombre!" Se negaba Jack.
-"¡Corred!" Consiguió decir
Felurian justo cuando el mago tocaba la cabeza de la chica dejando caer su
cuerpo en brazos de aquel extraño.
-"¡Noooooooo, Felurian!!!!" Gritaba Jack. En
ese momento escuchó un ruido sordo acompañado de un fuerte dolor en la cabeza.
Todo se volvió negro.
9162 metros
ResponderEliminarHola soy Victor y son 9162 metros
ResponderEliminar¡No fallas una! :) Muy bien
Eliminarsoy Alexandra 9162
ResponderEliminarMuy bien Alexandra
Eliminarmetros
ResponderEliminarHola soyMartín la respuesta es 9162metros
ResponderEliminarHola, soy Asier y la respuesta es 9.162 Km
ResponderEliminar¡Perfecto!
EliminarSon 9162 metros
ResponderEliminarHola Álvaro la respuesta es 1.962
ResponderEliminarCreo que la tiene bien pero le diste la vuelta al 1 y al 9 al escribir la respuesta heheh :)
EliminarEs verdad la respuesta correcta es 9.162.
EliminarMarco
Ahora perfecto Marco :)
EliminarHola Álvaro soy Olivia la respuesta es 🤔9162
ResponderEliminar😘😍😋🤓😎😄
Perfecta respuesta Olivia, no fallas una :)
EliminarHola soy Héctor. La respuesta es 9162.
ResponderEliminar¡Muy bien Héctor! :)
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